Antes que llegaran los españoles, ya se criaban patos en el norte peruano (conocido como ñuñuma) desde la época de los Moche. Estos eran grandes y de carne muy suave, criados en plena naturaleza de lagos, albuferas y lagunas.
Aunque para un arroz con pato, dicen que el bendito animal debe ser criado en calor hogareño, con cariño y maíz tierno.
Este plato según cuentan los historiadores proviene de la región norteña de Lambayeque y data de mediados del siglo XIX. La referencia más antigua es de 1860 por parte del poeta español Próspero Pereyra.
El Arroz con Pato llega al Perú de mano de los españoles y es una derivación de la famosa paella española. Adaptada a la región, este plato se hizo utilizando los productos propios de la tierra, como el ají amarillo, de color verdoso por el culantro y las arvejas y la Chicha de Jora. Esta última es una bebida típica del norte del Perú.
Además cuenta la leyenda que este plato era preparado por las mujeres de la zona para enamorar a sus futuros maridos. Las mujeres escondían entre el arroz y las presas de pato el corazón del mismo y cuando ellos lo comían se enamoraban inmediatamente de ellas, según la historia.
Sabor Norteño el Arroz con Pato

